Cuatro jinetes,
Cabalgan entre nosotros,
Las pústulas de la enfermedad,
En forma del ebola,
La sangrienta guerra en Israel
El hambre en España mismo,
La muerte entre los que caen.
Cuatro jinetes,
Con nombres y apellidos,
Pululan entre nosotros,
Esto es un sinsentido,
Las cuatro trompetas sonaron,
Clamaron y retumbaron,
Pero el hombre no hizo caso,
Dijo que más me da,
Yo me refugiare en mi casita,
Nada me puede pasar,
Pero un jinete llamo a su puerta,
Hola dijo que tal estas,
Que escuálido vienes
Dijo el hombre,
Pues claro dijo el jinete soy el hambre,
Luego llamo otro jinete,
Este gordo y poderoso,
Entro sin pedir permiso,
Soy la guerra dijo
Todo lo que está bajo mis pies es mi sitio,
Luego entro otro con olor pútrido,
Su piel se caía a cachos,
Mientras reía,
Sus podridos dientes mostraban,
Soy la enfermedad
Y sin decir palabra en la casa del hombre se quedo,
Por último entro uno silencioso,
No dijo nada,
Solo le cerró los ojos.