Entre lapidas frías caminas,
Dejas atrás el corazón del no muerto,
Tus flores y lágrimas son eternas,
Más no pudiste evitar hacerlo,
Tu solo tu debías,
Cambiar de nombre y vida,
Matar su corazón y quemar sus restos,
Ahora caminas entre lapidas,
Mas a ninguna lloras,
A ninguna elevas tu dolor,
Pues el no está en la pútrida tierra,
El solo es un recuerdo que te atormenta.
Tú eliminaste mi nombre,
De la faz de la tierra,
Entre lapidas lloras,
Tus pútridas lagrimas negras.