domingo, 16 de noviembre de 2014

Odio


Se levanto.
 
Mirando alrededor sintió la oleada de odio en sus huesos, sus músculos, sus articulaciones, pero sobre todo en su cerebro.
Odiaba, eso la hizo levantarse, eso la hizo prepararse, no sabía cómo llevaría a cabo su venganza, pero sabía que era lo único que tenia para seguir viviendo, ellos la habían hecho sobrevivir, y eso la daba una excusa para hacer lo que siempre había querido, que era matarlos.
Desde niña, supo lo que era ser tratada como una mierda, nacer en un burdel no es fácil, siempre fue mercancía  barata y sustituible, siempre fue tratada como algo que se podía cambiar por otra mejor, eso la hizo sobrevivir, no vivir, una sonrisa la surco la cara.
Aun recordaba a esos viejos lascivos, tocándola, enseñándola cosas que una niña no debe saber, ni siquiera un adulto, pero ella las aprendió, una madre que no llego a conocer, pues nació en un burdel y pertenecía a sus dueños.
Cuando cumplió 14 años, se quedo embarazada, sabía que la arrebatarían a su hijo, así que se fugo, no conocía a nadie ni nada fuera de esa vida de camiones, clubs clandestinos, y hombres.
Pero salió, encontró un lugar, una pequeña gasolinera donde fue contratada para trabajar, en la pequeña tienda, a cambio podía dormir en el cuarto de atrás, allí creo su pequeño refugio, compro cosas para el bebe y tuvo amigos, pero una noche apareció aquel tipo, la observo llamo y después la golpeo e intento llevársela con él, sabía lo que le harían a su hijo o hija, esclavo sexual gratis para aquella gentuza, que solo la daba de comer si se portaba bien, aquellos que la matarían cuando naciera el bebe.
Salió corriendo, corrió y corrió, pero un tiro en la espalda la encontró antes de lo que pensaba.
Cayo, contra el suelo, justo cuando el sheriff llegaba, el tipo del coche huyo, como consecuencia ella perdió el niño, y vivió con un sentimiento llamado odio, odio intenso.
Primero se tuvo que recuperar de sus golpes, luego de la perdida, pero su objetivo era claro.
Y así fue aniquilando clubs clandestinos, hasta que no la hizo falta ir a buscarles ellos vinieron a por ella.
El poder que tiene no temer a la muerte,  les aterrorizo, pero aunque había hecho amigos en su oscuro camino hacia la venganza, 10 años dan para mucho, ninguno la pudo detener, cuando entro en aquella mansión, llena de explosivos y con una sonrisa en la mano, detono la enorme casa, mientras con una sonrisa en la cara, miraba al cerdo que había sido su padre, su mentor, el padre de su hijo, en definitiva, su objetivo.
 

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